Pepe Antonio, el héroe de Guanabacoa

El 26 de julio de 1762 fallecía José Antonio Gómez de Bullones, justamente calificado como el Héroe de Guanabacoa por su valeroso desempeño ante el ataque inglés a La Habana en 1762.

Pepe Antonio había nacido en el seno de una familia con recursos suficientes para garantizarle una educación. Pero aunque sus progenitores se empeñaron en que estudiara, siempre mostró inclinación hacia las armas y sus sueños juveniles estuvieron plagados de hazañas militares.

Desde su ingreso en las milicias al servicio de España se destacó como oficial, participando en diversas acciones. Su incorporación a dichas fuerzas era casi una tradición de la época en las familias más adineradas de cierto renombre, cuyos miembros se consideraban españoles, y entre quienes aún no se atisbaba la más mínima manifestación de pensamiento independentista.

Muy joven fue ascendido al grado de Capitán de Milicias y destacado en Guanabacoa.

En 1749 contraería nupcias con doña Narcisa Calvo y de la Puerta, de cuya unión nacerían seis hijos. Durante esa etapa se dedicó al cuidado de una finca que poseía en Güines y a la práctica de su entretenimiento favorito: la caza.

Paralelamente no descuidaba sus obligaciones y asistía a las sesiones del Cabildo de Guanabacoa, donde se desempeñaba como Concejal, hasta su nombramiento como Alcalde Mayor Provincial, cargo que ostentaba al momento del ataque inglés en 1762.

Inmediatamente que tuvo noticias del asedio enemigo, movilizó a varios campesinos de los alrededores, quienes armados de instrumentos de trabajo se emboscaron en las cercanías de Cojímar en espera del desembarco.

Concretado este, Pepe Antonio y sus seguidores asaltaron y desarticularon una columna a la que ocuparon sus armas. Por primera vez usarían el machete como un instrumento de lucha, que después durante las guerras de independencia se haría habitual.

Una vez concluida esta acción decidieron regresar a Guanabacoa, sitio donde se encontraba destacado el coronel Caro, oficial español encargado de la defensa del lugar, que ante el ataque agresor abandonó el poblado y se refugió en sus cuarteles de Jesús del Monte.

José Antonio se instaló en un ingenio demolido en las inmediaciones de la Villa y desde allí, con 300 personas que le siguieron, decidió hostilizar a los ingleses.

Tras la evacuación por los invasores de Guanabacoa, entró nuevamente en su amado poblado con el reconocimiento de haber actuado como un verdadero héroe.

Pero la envidia y el rencor del coronel Caro, quien cobardemente había huido sin enfrentar al enemigo, interrumpieron la paz y el regocijo de Pepe Antonio. Así fue acusado injustamente de indisciplina, y despojado de su autoridad y separado de sus hombres.

Imposibilitado de permanecer allí, ni trasladarse con su familia a Güines, a causa de las represalias que sobre él había dictado el citado coronel, estuvo vagando varios días por los alrededores. En ese tiempo debido a la mala alimentación, el excesivo sol y la falta de cuidados, contrajo unas fiebres que el 26 de julio de 1762, hace ahora 245 años, acabaron con su vida. El reconocimiento popular se ha mantenido hasta nuestros días y este sitio de la geografía habanera es conocido como la Villa de Pepe Antonio.

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