Síntesis biográfica del hermano José Julián Marti Pérez (ámbito en Cuba):
Nació el viernes 28 de enero de 1853 en la casa marcada con el # 41 de la calle Paula (actual Leonor Pérez), fue bautizado el 12 de febrero del propio año en la iglesia del Santo Angel Custodio en la misma pila bautismal de Félix Varela.
En 1857 viaja junto a sus padres a Valencia e islas canarias, a su regreso en 1859 matriculó en una escuela del barrio de Santa Clara. En 1860 matriculó en el colegio San Anacleto de Rafael Sixto Casado García de Alayeto
Donde terminó la educación primaria. En Marzo de 1865 continuó estudios en el colegio de Rafael Maria de Mendive y Daumy, en 1866 matrícula en el instituto de segunda enseñanza de La Habana bajo la dirección de Antonio Bachiller y Morales, Ingresó en 1867 en la clase de dibujo elemental en la escuela profesional de pintura y escultura de La Habana, más conocida como San Alejandro.
Publicó su primera poesia titulada «A micaela» en el periódico «El álbum» de Guanabacoa en 1868, acogiendose a la libertad de imprenta declarada el 9 de enero de 1869, publicó los periódicos «El diablo Cojuelo» «La Patria libre «» El siboney » y colaboró en» El Laborante», todos de corte independentista.
El 4 de octubre de 1869 al pasar una escuadra del primer batallón del cuerpo de voluntarios por la calle Industria # 122 donde residía la familia Valdes Domínguez, de la vivienda se escucharon risas y los voluntarios tomaron esto como una provocación por lo que más tarde regresaron arrestaron a la los presentes entre los que se encontraban los hermanos Fermin y Eusebio Valdes Domínguez nuevamente tras un minucioso registro encuentran una nota dirigida a un condiscipulo que había ingresado en las filas del ejército español en el cual acusan de apóstata.
El 21 de octubre de 1869 Marti ingresa en la cárcel nacional acusado de infidencia, el 4 de marzo de 1870 fue condenado a 6años de prisión, posteriormente tras gestiones realizadas fue conmutada a por el destierro, temporalmente estuvo en la Finca «El abra» propiedad de José Maria Sarda en Isla de Pinos hasta su deportación a España.
El 18 de diciembre del propio año salió hacia La Habana y el 15 de enero de 1871 fue deportado a España, allí comienza sus estudios universitarios en las universidades de Madrid y Zaragoza donde se graduó como Licenciado en derecho civil y canónico y en Filosofía y Letras durante su estancia en Madrid se inició en la Logia Masonica Caballeros Cruzados # 48 del G.O.L.U (Gran Oriente Lusitano Unido), también publicó los artículos
«Castillo». «El presidio político en Cuba » y» La República Española ante la Revolución Cubana «.
Al culminar sus estudios se traslada a París, paso por Inglaterra, Nueva York, La Habana y finalmente México, llegó a Veracruz, México
El 8 de Febrero de 1875, se reunió en Ciudad México con su familia, allí conoció a su entrañable amigo Manuel Mercado y a la joven Maria del Carmen Zayas_Bazan Hidalgo con quien contrajo matrimonio y de cuya unión nació su único hijo José Francisco Marti Zayas_Bazan, en ese país Público artículos periodísticos en la Revista Universal, El federalista, Ecos de ambos mundos y La estrategia mexicana.
Entre los días 2 de enero al 24 de Febrero de 1877 estuvo clandestino en La Habana como Julián Pérez, de México pasó a Guatemala y trabajó en la escuela normal central como catedrático de Literatura y en la Universidad del propio país
Y la Academia de Niñas de Centroamérica imparte clases de Historia de la Filosofía, Retorna a México, Contrae matrimonio el día 20 de diciembre de 1877 y regresa a Guatemala a inicios de 1878
Concluida la guerra de los 10 años por el pacto del zanjon vuelve a Cuba el 31 de Agosto de 1878 para radicarse en La Habana y el 22 de noviembre de ese año nace su único hijo José Francisco, comenzó sus actividades conspirativas encontrándose entre los fundadores del club central revolucionario Cubano del cual fue elegido vicepresidente el 18 de Marzo de 1879, posteriormente el Comité Revolucionario de Nueva York bajo la presidencia del hermano Mayor General Calixto García lo nombra subdelegado en la isla.
En el bufete de su amigo el Dr. Nicolás Azcarate conoció a Juan Gualberto Gómez, entre el 24 y el 26 de Agosto de 1879 se produjo un nuevo alzamiento conocido como la guerra chiquita, en esa etapa labora en el bufete del Dr. Miguel Viondi Verá y conspiro junto a Juan Gualberto, el 17 de Septiembre Marti es detenido y el 25 de Septiembre es deportado nuevamente a España, por sus vínculos con la guerra chiquita, al llegar a Nueva York en enero de 1880 se estableció en la casa de huéspedes de Manuel Mantilla y su Esposa Maria Del Carmen Miyares.
Marti logra reunirse con su esposa e hijo el 3 de Marzo de 1880, permanecieron juntos durante 7meses en que su esposa e hijo regresan a Cuba, una semana después resultó electo vocal del comité revolucionario Cubano, del cual asumió la presidencia al sustituir a Calixto García quien había partido hacia Cuba para incorporarse a la guerra chiquita.
Vuelve a reunirse con su hijo en Nueva York en el mes de diciembre de 1882 y permanecieron juntos hasta el 24 de Marzo de 1885 en que regresa a Cuba.
Entre 1880_1890 Marti alcanza renombre en América Latina a través de sus artículos y crónicas que enviaba desde Nueva York a importantes periódicos «La opinión nacional» de Caracas, «La nación» de Buenos Aires y «El partido liberal» de México. En 1882 público en su poemario Versos Sencillos el poema Ismaelillo, dedicado a su hijo.
En enero de 1881 llega a Venezuela Fundó «La revista Venezolana» de la cual se editaron solo dos números tras confrontar dificultades con el gobierno imperante en ese momento tiene que regresar a Nueva York
A mediados de 1882 reinicio la labor de organizar a los revolucionarios comunicandoselo a través de la correspondencia a Máximo Gómez y Antonio Maceo, el 2 de octubre de 1884 se reunió por primera vez con ambos líderes y comenzó a laborar en el plan Gómez_Maceo, posteriormente desistió de su empeño por estar en discrepancias con los métodos de dirección empleados.
El 22 de noviembre de 1887 Leonor Pérez lo visita en Nueva York y le entrega las sortija Cuba elaborada con material del grillete que había llevado en la prisión, el día 30 de noviembre se fundó una comisión ejecutiva de la cual fue electo presidente encargada de dirigir las actividades organizativas revolucionarias, para 1889 publicó cuatro números de la revista «La edad de oro», en 1890 fue nombrado cónsul del Paraguay, Argentina y Uruguay
En 1891 pública el poemario versos sencillos y el ensayo Nuestra América en Nueva York su esposa e hijo están junto a él durante 41 días, ya no se verán nunca más.
En enero de 1892 redactó las bases del Partido Revolucionario Cubano, es en esa etapa que se afilió a la Logia Perseverancia # 6 de la orden Caballeros de la Luz en Key West, el 8 de abril de ese año es electo delegado de ese Partido, cuya constitución fue proclamada el 10 de abril
El 14 de Marzo había salido el primer número del periódico Patria, entre los años 1893_1894 recorrió varios países de América y ciudades de Estados Unidos de América y unió a los principales jefes de la guerra de 1868 reuniendo recursos para la nueva contienda, desde mediados de 1894 acelero los preparativos del plan Fernandina con el cual pretendía iniciar una guerra corta sin grandes desgastes y destrucciones para los cubanos
El 8 de diciembre de 1894 firmó conjuntamente con los coroneles José Maria (Mayia) Rodríguez en representación de Máximo Gómez y Enrique Collazo en representación de los patriotas de la isla el plan de alzamiento en Cuba. El Plan Fernandina fue descubierto e incautadas las armas y las naves con las cuales se iba a realizar. A pesar del revés que ello significó Marti decidió seguir adelante con los planes de alzamiento en la isla, lo que fue apoyado por los principales jefes.
El 29 de enero de 1895 junto con Mayia Rodríguez y Enrique Collazo firmó la orden de alzamiento y la envío a Juan Gualberto Gómez para su cumplimiento. De inmediato partió de Nueva York a Montecristi en República Dominicana donde lo esperaba Máximo Gómez con quien firmó el 25 de Marzo de 1895 el «Manifiesto de Montecristi
Programa de la nueva guerra, ambos líderes desembarcan en Cuba el 10 de abril de 1895 por la zona playitas de Cajóbabo en el municipio de imias (provincia de Guantanamo).
Tres días después del desembarco hicieron contacto con las fuerzas del Comandante Félix Ruenes. El 15 de Abril de 1895 los jefes reunidos bajo la dirección de Gómez acordaron conferir a Marti el grado de Mayor General por sus méritos y servicios prestados a la causa de la independencia de Cuba.
El 28 de abril de 1895, en el campamento de Vuelta Corta en Guantanamo en unión de Gómez firmó la circular «Política de Guerra». Envío mensajes a los jefes mambises indicándoles que debían enviar un representante a una asamblea de delegados para elegír un gobierno en breve tiempo. El 5 de Mayo de 1895 tuvo lugar un encuentro con Gómez y Maceo en el ingenio Mejorana donde se discutió la estrategia a seguir. El 14 de Mayo de 1895 firmó la «Circular a los jefes y oficiales del ejército libertador», último de los encuentros organizativos de la guerra que elaboró conjuntamente con Máximo Gómez.
Siguiendo la marcha hacia el oeste de la provincia oriental, llegaron a Dos Ríos cerca de Palma Soriano. El 19 de Mayo de 1895 una columna española se desplegó en la zona y los cubanos fueron a su encuentro. Marti marchaba entre Gómez y el general Bartolome Maso. Al llegar al lugar de la acción, Gómez le indicó detenerse y esperar en el lugar acordado. No obstante en el transcurso del combate, se separó del grueso de las fuerzas cubanas, acompañado solamente por su ayudante Angel de la Guardia. Marti cabalgo hacía los españoles y fue alcanzado por disparos que le provocaron heridas mortales. Cuando se conoció lo ocurrido, resultó imposible rescatar su cadáver, el cual fue conducido por los españoles y enterrado en Remanganaguas(localidad de la provincia de Santiago de Cuba) y por segunda vez en el nicho 134 de la galería sur del cementerio Santa Ifigenia en Santiago de Cuba
Cronología de la ruta funeraria de los restos de José Marti.
Mayo 19 El cadáver de José Marti es hallado por soldados españoles, quienes se percatan de que se trata de un jefe insurrecto por la ropa que viste, los planos, otros documentos que porta y la cantidad de dinero que lleva consigo. Es identificado por el capitán español Enrique Satue y el prisionero cubano Carlos Chacon, vecino de la zona. El Coronel José Ximenez de Sandoval ordena que lo recojan para su traslado. El cuerpo sin vida es atado a un caballo y la columna parte rauda hacia el poblado de Remanganaguas. El general Máximo González, al tener conocimientos de esta partida apresurada, supone que el enemigo lleva consigo al dirigente revolucionario herido o muerto y emprende su persecución. La rapidez con que se desplaza el adversario y el mal estado de los caminos imposibilita el rescate.
El jefe español se detiene para concentrar sus tropas a pocas leguas de Dos Ríos. Las amarras de la cabalgadura a las que está atado el cadáver son alojadas y este cae al suelo fangoso, donde permanece hasta el reinicio de la marcha, que se efectúa después de haberse tomado medidas, en prevención de emboscadas. Acampan en medio de la manigua, en la finca Demajagual. El cuerpo sin vida yace hasta el otro día al pie de un jobo, en las cercanías del arroyo Las Barbacoas.
Mayo 20. Al alba, parte la columna y alrededor de las 09:00, penetra en Remanganaguas. Ximenez de Sandoval le comunica a su jefe inmediato en Santiago de Cuba el resultado de la acción y sin levantar siquiera un acta de identificación, con gran desprecio ante el héroe caído, lo hace enterrar sin ataúd, aproximadamente a las 3:00 pm, en una fosa común. Con parte del dinero encontrado en las ropas del cadáver, la soldadesca compra tabacos y aguardiente con los que celebran su «hazaña».
Mientras esto ocurre, el general Gómez envía al alférez Ramón Garriga, al campamento enemigo, con una carta en la cual solicita al jefe español que le comunique si José Marti se encuentra prisionero, herido o muerto y, de ser cierto esto último le informe el lugar donde quedarían sus restos. El emisario es hecho prisionero, pero logra escapar de una muerte segura. Aquella carta nunca fue contestada. La columna al mando de Ximenez de Sandoval, parte rumbo a Santiago de Cuba y hace campamento ese mismo día en San Luis.
Mayo 21. El comandante general del primer del primer distrito de la provincia oriental comunica la muerte de Marti al Capitán General de la isla, y dispone que el médico militar Pablo A. De Valencia, se dirija a Remanganaguas a exhumar el cadáver, identificarlo y prepararlo para su transporte a Santiago de Cuba.
Mayo 22. El doctor Valencia llega a Remanganaguas.
Mayo 23. En horas de la tarde, se procede a exhumar el cuerpo que ha permanecido más de 72 horas en contacto directo con la tierra húmeda. El médico realiza la misión a él encomendada. Finalmente depositan el cadáver en un tosco ataúd, cuyo costo es de $ 8,00. El segundo batallón peninsular al mando del Teniente Coronel Manuel Michelena, parte desde San Luis, de regreso a Remanganaguas.
Mayo 24. Llega Michelena y sus tropas a Remanganaguas. Al conocer las fuerzas mambisas que los restos de Marti iban a ser trasladados, preparan emboscadas a lo largo de la ruta, con el propósito de rescatarlos.
Mayo 25 El batallón español parte en dirección a Palma Soriano, llevando el féretro en parihuelas. Pasan por Arroyo Blanco. Durante todo el trayecto es acosado por tiroteo incesante, pero no se detiene a combatir, si no escapan al fuego, a marcha forzada, hasta su destino. Pernocta en Palma Soriano, donde el cadáver es colocado en la plaza y expuesto por primera vez públicamente, bajo estricta vigilancia.
Mayo 26 Desde Palma Soriano, continúa avanzando rumbo a San Luis. En las cercanías del ingenio Hatillo la situación se vuelve comprometida ante la persistencia del ataque de los Cubanos y Michelena pide ayuda a las fuerzas del Coronel Juan Tejeda, que opera en las cercanías. El ataúd, en tanto llegan los refuerzos, es desmontado y resguardado tras un árbol de mamoncillo. No obstante, la superioridad numérica peninsular, la tropa mambisa al mando del General Quintín Banderas combate duramente alrededor de una hora antes de retirarse. Sólo entonces puede partir la columna y poco después, hacer su entrada en San Luis de las Enramadas. Inicialmente, y el ataúd es exhibido en el patio del cuartel y luego trasladado a la estación de ferrocarril donde lo depositan bajo la copa de un Framboyan.
Al tren de pasajeros Sabanilla_Moroto, que se dirige a Santiago de Cuba, le agregan un carro de carga, en el cual colocan el féretro. Llega a su destino a las seis de la tarde. Se prohíbe la entrada a la muchedumbre congregada a la puerta de la estación Santiaguera. La necropolis es cuidadosamente custodiada por dos compañías del regimiento Cuba,al mando del Comandante Manuel Tejerizo.
Mayo 27. En horas de la mañana y tras nueva identificación por parte de personas que lo conocieron en vida, ante una pequeña concurrencia integrada principalmente por militares, se procede al entierro de José Marti Pérez en el nicho # 134 de la galería sur del cementerio Santa Ifigenia.
Esta no sería la sepultura definitiva del Maestro. El 24 de Febrero de 1907 son exhumados sus restos y llevados a un sencillo sepulcro en el propio camposanto. El 8 de Septiembre de 1947 fueron extraídos nuevamente e inhumados al siguiente día en el cercano Retablo de los Héroes,donde pertenecieron mientras era construido el mausoleo actual. Allí, finalmente, descansan desde el 30 de junio de 1951.
LOS CINCO ENTIERROS DE JOSE MARTI.
Por : *Francisco Javier Ibarra Martínez.
El Primer Entierro.
Marti cayó bajo el plomo enemigo posiblemente a las 2:00pm de la tarde. Una nube densa de humo, producto de la pólvora, todo lo inundaba.
Recibió cinco balazos, dos mortales por necesidad.
Su cuerpo fue envuelto en una hamaca que colocaron en el portal o colgado de la casa de Rosalío Pacheco, prefecto cubano, a pocos metros del lugar en que sucumbió el Apóstol.
El cadáver de Marti fue atravesado en el caballo de Chacon, con los brazos colgando casi hasta el suelo.
Al Coronel José Ximenez de Sandoval no se le escapaba la intención de los mambises de recuperar los despojos mortales del insigne patriota, y a ello se debieron sus constantes recomendaciones de acelerar la marcha.
El estado de los caminos, a consecuencia de las lluvias, era desastroso, y eso impidió que el General Gómez pudiera atacar a la columna española que apresuradamente conducía el cadáver de José Marti.
Ya entrada la noche, se ordenó hacer un alto en el camino para descansar y reorganizarse ante el justo temor de caer en una emboscada preparada por los libertadores Ximenez de Sandoval colocó esrrategicamente algunas avanzadas y el cadaver fue descansando junto a un árbol de jobo. Posteriormente siguieron la marcha hasta el pueblo de Remanganagua
El 20 de Mayo a las 3:00 pm, le enterraron si no caja en una fosa. Sobre el cuerpo de José Marti sepultaron a un sargento del ejército español que murió en la misma acción.
El Coronel Ximenez de Sandoval dio cuenta a su superioridad de la acción de Dos Ríos y el resultado de la misma. Señaló como distinguidos a un grupo de oficiales, clases y soldados.
Debo aclarar que, como dice Enrique Ubieta, lo del práctico Antonio Oliva no fue más que pura fantasía, pues ni siquiera incluyeron su nombre en la propuesta de recompensa.
Las descargas de los soldados del teniente de Sánchez de Leba produjeron en el cuerpo de Marti cinco heridas, según se pudo comprobar en el cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba :Una en el pecho,otra en la región anterior del cuello y las restantes en las extremidades inferiores. Las dos primeras mortales por necesidad.
El día 22 de Mayo llegó a Santiago de Cuba el Coronel José Ximenez de Sandoval para dar cuenta al General de División Don Juan Salcedo de la acción victoriosa para las fuerzas coloniales.
Ante las dudas surgidas por la muerte de Marti, el gobierno quiso hacer una plena confirmación y a ese efecto ordenó que el cadáver fuera inmediatamente trasladado a Santiago de Cuba. El Teniente Coronel Manuel Michelena, que acababa de llegar al poblado de San Luis, tuvo que regresar a Remanganagua para dar cumplimiento a la orden superior.
A las 4:00 pm del 22 de Mayo se presentó en ese poblado, en cumplimiento de órdenes superiores, el Dr. Pablo Valencia y Forts, acompañado de su ayudante José Ortega Navarro, con el propósito de exhumar el cadáver, identificarlo y embalsamarlo, es decir prepararlo convenientemente para trasladarlo a la ciudad de Santiago de Cuba.
El día 23 de Mayo se desenterro al apóstol, se le hizo la autopsia y se le preparó para el traslado. Según informes, el corazón y las viceras quedaron en el cementerio de Remanganagua.
No hubo más remedio que ordenar la construcción de un ataúd, por el hecho de que al depositarlo en la fosa, se hizo sin el mismo. Era de madera de cedro, sin adornos de ningún género, y se pagó por este la cantidad de $ 8,00.
EL SEGUNDO ENTIERRO.
El día 25 de Mayo llegó a Remanganagua la columna del Teniente Coronel Manuel Michelena. El día 25 todo estaba dispuesto para el traslado.
José Marti fue colocado en el ataúd y llevado en parihuelas, escoltado por una fuerte columna.
A las 2:00 pm se pone en marcha la columna rumbo a Palma Soriano. El jefe de la columna estaba perfectamente consciente de que se vería duramente atacado por los cubanos en su anhelo de rescatar los despojos sagrados del glorioso luchador.
Marchaba la columna por el camino que conduce a Palma Soriano, pero por noticias que recibió de encontrarse numerosas fuerzas insurrectas escalonadas en esa dirección para atacarlo, cambió de rumbo. El teniente Coronel Michelena creía que las tropas cubanas estaban mandadas por el General Quintín Banderas o por Jesús Rabí. Por los disparos de los cubanos resultaron heridos soldados españoles y muertos dos de ellos, así como herido grave de un balazo en el hombro el teniente de infantería Don Jorge de la Torre cubano.
Las fuerzas españolas atravesaron el poblado de Arroyo Blanco sin ser molestados, y ya entre San José y Monte Oscuro fueron de nuevo atacados, pudiendo al fin llegar a Palma Soriano, al pasar por Juan Barón hicieron prisionero al soldado del ejército liberador Juan de la Cruz Pérez, y lo obligaron a conducir la mula que cargaba el cadáver hasta Palma Soriano y luego hasta San Luis
El fúnebre cortejo llegó a Palma Soriano en la misma fecha y dejó el cadáver, primero en el ángulo oeste de la entonces Plaza de Armas y hoy Parque de Marti en el mismo lugar donde se encuentra un monumento a su excelsa memoria. Luego fue pasado a un cuartel de milicias locales en el lugar que ocupaba una casa de víveres finos.
Al llegar a la ciudad de Palma Soriano, el Teniente Coronel Michelena se encontró con el Teniente Coronel Don Juan Tejada, que le informó «que el camino estaba libre de enemigos hasta San Luis». Repuesta la tropa y organizado de nuevo el cortejo se inicia la marcha hasta el poblado de San Luis, punto final del ferrocarril de Sabanilla y Moroto en horas tempranas del día 25 de Mayo.
En el último trayecto los mambises redoblaron sus esfuerzos baldíos por el rescate de los yertos despojos del maestro. Las tropas españolas iban a verdadera marcha forzada. Los mambises atacaron con rudeza en el asiento del Paraíso.
A su llegada a San Luis el día 26 de Mayo el ataúd fue llevado hasta el edificio que ocupa el cuartel y colocado en el patio. Hoy en ese mismo lugar se levanta un obelisco que construyó el primer Teniente del ejército Ramón Rodríguez Ramos, jefe del puesto militar de San Luis en enero de 1932.
Del cuartel fue conducido hasta la estación de Ferrocarril y depositado debajo de un árbol que allí existe, para esperar la llegada del tren que había de conducirlo hasta Santiago de Cuba, en carro de carga adicionado al tren de pasajeros.
Dicho tren llegó a Santiago de Cuba a las 6:00 de la tarde. Permaneció en dicho carro hasta las 8:00 de la noche en que lo trasladaron con suma cautela al cementerio de Santa Ifigenia.
Primeramente fueron colocados los restos en una calle del jardín y después colocados en la capilla del mismo. En la mañana del 27 de Mayo, por ordenes expresas del señor gobernador militar de Santiago de Cuba, concurrieron al cementerio el Coronel José Ximenez de Sandoval, El Comandante Manuel Iglesias, el Capitán ayudante de Sandoval, señor Stue, algunos oficiales y público en general Entre el público se destacaban algunos cubanos.
Para enterrar los despojos de Marti, el General nativo de Cuba, Jorge Garrich, pidió al ayuntamiento que se concediera u otra nicho, y se encontró con insólita resistencia de algunos concejales, desgraciadamente cubanos.
Frente a esa conducta, el Coronel del ejército español pero nativo de Cuba, Enrique Ubieta, que fungia de ayudante del General Garrich, tomo la iniciativa de hacer una colecta entre los oficiales españoles para pagar los gastos necesarios. Raúl Ibarra añade.
Ante esa actitud de los dignos oficiales del Ejército español, de la que no participó el Coronel Ximenez de Sandoval, otro español que convivió mucho tiempo con nosotros y que aquí formó su digna familia, el entonces Alcalde Municipal, Don Bartolome Vidal y Marturell, pasando por encima del acuerdo del ayuntamiento y de los «feroces» cubanos, enemigos de todo lo cubano, hizo saber a los Generales Salcedo y Garrich que «nada tenían que pagar uds por la sepultura del señor Marti, pues como Alcalde Municipal, de acuerdo con las facultades de que estoy investido, he dispuesto que la ciudad de Santiago de Cuba otorge, libre de gastos, el nicho en el cementerio para el cadáver del señor José Marti «.
Hubo tres Concejales que acusaron al señor Vidal de extralumitacion de funciones, pero el General Garrich no les hizo caso. Los oficiales españoles costearon la lápida colocada en el nicho.
A la hora del enterramiento, el Coronel Jiménez de Sandoval se colocó de pie, descubierto cerca de la cabeza de Marti Hizo con tono reverente la pregunta ¿Hay aquí algún familiar del difunto? ¿Tampoco se halla presente alguno de sus amigos? «
Se mantuvo un silencio sepulcral. Hubo segundos de natural espera. El Coronel Ximenez de Sandoval dijo entonces
» Pues, señores, lo despedire yo solo, ya que el difunto no tiene aquí parientes ni amigos «
Con voz pausada pero firme, pronunció la siguiente oración :
Señores ante el cadáver del que fue en vida José Marti, y en la carencia absoluta de quien ante su cadáver pronuncie las frases que las costumbres han hecho de rubrica, suplico a ustedes no vean en el que a nuestra vista está, el enemigo, y si el cadáver del hombre a quien las luchas de la política colocaron ante los soldados españoles.
Desde el momento en que los espíritus abandonan los cuerpos, el todopoderoso, apoderándose de aquellos, los acoge con generoso perdón, allá en su seno, y en nosotros, al hacernos cargo de la materia abandonada, cesa todo rencor como enemigos, dando a su cadáver la cristiana sepultura que los muertos se merecen.
Marti murió el 19 de Mayo y se le enterraba el 27 de Mayo a los 8 días en el nicho #134 de la galería sur
EL PRIMER HOMENAJE A MARTI POR LOS LIBERTADORES.
Al regreso de la gloriosa invasión, se encontraron en el campamento de la Vuelta Grande las tropas aguerridas de Máximo Gómez y Calixto García.
Al pasar por el río Contramaestre, el General Máximo Gómez, ordenó que cada uno recogiera un guijarro. Todos cumplieron celosamente su voluntad y al llegar al punto exacto en que cayera Marti abatido por los disparos españoles, lo depositaron silenciosamente como tributo emocionado de los soldados libertadores de Cuba.
Estas piedras formaron un obelisco natural.
EL TERCER ENTIERRO.
Un grupo prominente de ciudadanos suplicó que se mantuvieran los nichos que guardaban los restos de José Marti y Federico Capdevila. Los restos de Capdevila fueron extraídos el 24 de Noviembre de 1903 y trasladados a La Habana, para colocarlos en el panteón de los Estudiantes de Medicina.
Para lograr una tumba para el Apóstol se constituyó una comisión integrada por personas de verdadera solvencia moral. Esta comisión quiso aprovechar el mismo nicho y ejecutó una modesta obra artística con un costo de $ 2000,00. Don Gerardo Castellanos dijo :
Es un templete de estilo jónico. Combinado con cemento y mármol, que en sus paredes laterales y del fondo tiene lápidas con pensamientos de Marti. Los planos se deben al Director del Museo Emilio Bacardi, Sr. José Bofill Cayol, y el trabajo lo ejecutó Juan Camamolo. Una columna del frente esta coronada con el busto del Maestro. En torno hay palmas y cipreses. Junto al nicho aparece una bandera y un ramo de flores para cumplir su aspiración, expresada en sus versos.
El nuevo local de descanso de los restos de Marti, fue inaugurado el 24 de Febrero de,, 1907. Carmen Zayas_Bazan la viuda de Marti no pudo asistir por motivos justificados de salud, pero si lo hizo el hijo José Marti Zayas_Bazan.
Solamente se pronunció un discurso y lo hizo el General Rafael Portuondo Tamayo. Se le rindieron honores de Mayor General del ejército libertador muerto en campaña. Levantó el acta correspondiente el Notario Público Donato Valiente y Portuondo
Y fue suscrita por la comisión
El Gobierno Provincial destino por medio de un Estatuto una cantidad para que un jardinero le colocara todos los días un ramo de flores blancas. Se hizo cargo de la custodia de parte tumba la Escuela Pública Spencer, que todos los años renovaba con un celo patriótico admirable la bandera que lucia airosa junto a la cripta.
Todos los años se reunían en ese lugar sagrado, el 19 de Mayo y el 28 de enero, los escolares de todos los centros de la ciudad.
Siempre se nombraba una persona de relieve moral y cívico para que dirigiera la palabra a los niños. A medida que iban pasando los años estos actos resultaban más interesantes y concurridos por la ciudadanía, que iba aquilatando las altas virtudes patrióticas del Maestro. Esta tumba era el lugar de obligada visita por los personajes nacionales e internacionales que llegaban a Santiago de Cuba.
Durante muchos años los santiagueros rendimos fervorosamente culto a la memoria de José Marti, pero teníamos plena conciencia de que la tumba no estaba en justa consonancia con los méritos extraordinarios de tan alta figura del pensamiento y de la historia.
Sigamos adelante de como se efectuó el tercer entierro de Marti. A las 8:00 de la mañana del lunes 24 de Febrero de 1907, en plena intervención norteamericana, se reunió en los salones del Gobierno Provincial una selecta concurrencia con el Gobernador señor Federico Pérez Carbo. El Gobernador debo aclarar, renunció al cargo al producirse la Segunda Intervención, pero no fue aceptada por el Gobernador Taft.
La comitiva en numerosos coches dispuestos al efecto, partió hacia el cementerio, donde se hallaban fuerzas de caballería de la Guardia Rural, policía y bomberos, a fin de proceder a la extracción de los restos de José Marti.
Abriendo fila ante el nicho en donde reposan los restos de Marti, formaba una compañía de artillería cubana al mando del Capitán Gustavo Rodríguez escribió. Abierto el nicho se extrajeron los restos.
(De la exhumacion de los restos de Marti y de su colocación en una nueva urna, quedo la constancia de dos actas, suscritas por los notarios Donato Valiente y Portuondo y Fernando Salcedo y Bonastra, así como el informe del dentista doctor Juan Montero Zambrano, quienes detallaron lo ocurrido en horas de la mañana del 24 de Febrero. de 1907 en el Cementerio General de Santa Ifigenia. En el primer documento se expresa entre otros aspectos, que los restos se encontraban completos y que luego de la oración fúnebre pronunciada por el General del Ejército Libertador Rafael Portuondo Tamayo, fueron colocados e incluso una caja de plomo donde también se introdujo, escrita en pergamino dentro de un tubo de cristal grabado con la inscripción «Marti», copia del acta de Valiente, y todo ello, en otra urna de caoba, se depósito el mismo nicho #134. El autor de este artículo aclara que hay una equivocación en fecha de esa acta pues el entierro fue el 27 de Febrero y no el 24. En la de la de Salcedo hay una descripción exhaustiva de los restos exhumados y su estado, al igual que sobre la dentadura, informado por el dentista Montero, donde se precisa la ausencia de una pieza, encontrada después de sellada la urna entre la madera del ataúd y entregada por este al Museo, en abril de ese propio año).
POR UNA TUMBA DIGNA DEL APÓSTOL.
(Como explica el autor, los años transcurridos y todos los proyectos encaminados a alcanzar una tumba digna del Maestro fracasaron. Fueron muchos los que pusieron su empeño en ese noble propósito y múltiples las iniciativas que durante más de tres décadas no cristalizaron).
En el año 1940, el arquitecto Francisco Ravelo Repilado, presentó un interesante proyecto de Monumento a José Marti. Escogió para el emplazamiento la plaza central del Cementerio de Santa Ifigenia, por ser un lugar amplio y un terreno de mayor consistencia.
Pedía que se conservará con la debida inscripción el nicho en que se enterró el 27 de Mayo de 1895.
El monumento que proponía Francisco Ravelo constaría de un basamento de 15 metros de frente por diecisiete de fondo y con una altura de cuatro metros. Sobrepuesto llevaría una construcción de forma rectangular de quince metros de altura. Se trataba de un bello monumento.
El presupuesto que presentó alcanzaba la suma de 60 mil pesos. Pidió la formación de un Comité y que el dinero se extranjera de la colecta nacional realizada para un monumento a Marti en La Habana.
Este proyecto encontró una marcada indiferencia por el momento político que atravesaba Cuba.
En el año 1947, el Club Rotario de Santiago de Cuba, tuvo a bien crear el Comité por una tumba digna del Apóstol Marti.
El primer acuerdo del comité consistió en hacer una colecta nacional con el propósito de reunir la mayor cantidad posible de fondos. Para ayudar a este anhelo se acordó publicar en un tomo titulado Granos de oro, pensamientos de Marti seleccionados por Rafael Argilagos. Este libro fue enviado a toda la República y los donativos los recibía el Club de Rotario de Santiago de Cuba
Por esta época un periodista de la capital dio la luminosa idea de recoger pesetas en la ciudadanía. Debemos hacer constar que la primera peseta como contribución la envío desde Caimanera un chino, entusiasta partidario del homenaje al glorioso mártir de Dos Ríos.
No fueron nuestros ricos los más dadivosos. Tuvimos la dura experiencia de que uno de los más ricos clubes de la República nos devolvió todos los libros y nos hizo constar de que sus fondos no le permitían esa erogacion.
El Comité hizo una campaña de resonancia nacional. El periodista de La Habana Guido García Inclan, nos prestó una colaboración extraordinaria.
Como ya hemos dicho, animado por la opinión pública, que mostraba simpatías entusiastas por la obra en perspectiva, logró el senador Elio Fileno de Cárdenas que su proyecto de ley fuese aprobado muy rápidamente e inmediatamente sancionado.
En el año 1946 se acordó convocar a un CONCURSO NACIONAL para la adjudicación de la obra. Las bases para el concurso fueron redactadas por el arquitecto Francisco Ravelo Repilado.
Se ofrecieron cinco premios.
Hasta las seis de la tarde del sábado 11 de enero de 1947 se podían entregar los anteproyectos en el Palacio Provincial de Santiago de Cuba. El el jurado debía constituirse el domingo 12 de enero de 1947, y emitir su fallo final antes del domingo 26 de enero.
Los plazos anteriores se refieren a la primera etapa del concurso, en la cual se habrían de escoger los cinco proyectos que el Jurado entendiese como mejores. En la segunda etapa el jurado determinaría cual proyecto debía realizarse. El fallo final debía producirse el día 25 de mayo de 1947.
El Comité en la convocatoria especificaba que el comienzo de la obra debía ser en el mes de junio de 1947. La terminación de la tumba debía estar lista el 15 de mayo de 1948.
El costo de la obra se calculaba en la cantidad de 100 mil pesos. La convocatoria puntualizaba :
La construcción será de primera calidad, empleando los mejores materiales de uso corriente en esta clase de obra.
La estructura será incombustible, revestida de piedra, granito, mármol o vidrio, según cada caso particular. Los materiales serán usados con absoluta libertad por los concursantes.
La tumba será emplazada en el mismo sitio ocupado por la actual
La fachada principal será orientada hacia el Este, y dará y dará vista a la avenida que se proyecta en su frente, arrancando de una nueva puerta que estará en el eje con la Tumba, la cual sustituirá a la existente junto al Necrocomio.
El área disponible para el proyecto, incluyendo caminos y jardines, es de 26 metros de ancho por 86 metros de largo, situándose la tumba en el cruce de los dos ejes de ambas dimenciones.
El espacio asignado para el Monumento, en gran parte, estaba ocupado por muchas bóvedas particulares. El Comité tuvo la perentoria necedidad de canjear muchas bóvedas para que ocuparán otro lugar no reñido con la intención que afrontaba el Comité
El Necrocomio fue demolido y emplazado en otro lugar.
Las bases requerían :
El proyecto será original de líneas sobrias, expresivo de la arquitectura contemporánea, severo, pleno de serenidad.
El jurado se reunió el 12 de enero de 1947 en los salones del Gobierno Provincial de Oriente.
Al recibieron 18 anteproyectos presentados en el plazo de la convocatoria. Después de un estudio minucioso de todos los trabajos presentados, resultaron triunfadores los proyectos correspondientes al artista Mario Santi y el arquitecto Joaquín Benavent ;al arquitecto Enrique Luis Varela y los artistas Alberto Fernández Pla y Raoul Otero Galarraga ;al arquitecto Rodulfo Ibarra Pérez y el artista Ismael Espinosa ; al arquitecto Emilio de Soto y al arquitecto Armando Pujol. Se les advirtió a los concursantes que tenían un plazo de seis meses para perfeccionar sus proyectos y que dentro de ese término el jurado nuevamente se reuniria para determinar el triunfador.
Con los 18 proyectos se hizo una exposición en los salones del Gobierno Provincial desde el 28 de enero al 2 de Febrero de 1948.
En cumplimiento de lo estatuido en el reglamento, una vez decursado los seis meses previsto, nuevamente se constituyó el jurado para escoger el proyecto más completo y que llenará cabalmente los requisitos previamente fijados. Hecho un estudio concienzudo y aquilatadas las condiciones de los distintos proyectos, el Jurado por unanimidad acordó otorgar el premio al que presentaron el escultor Mario Santi y el arquitecto Joaquín Benavent.
En la mañana del 19 de mayo de 1948 se celebró en la tumba de Marti el acto acostumbrado por las escuelas públicas y privadas de la ciudad. La ceremonia estaba a cargo de la escuela pública #3 Spencer.
Fue en esta ocasión cuando se produjo el acto de la colocación de la primera piedra para la construcción de la Tumba Digna del Apóstol Marti. A los acordes de La Bayamesa, ejecutada por la Banda Municipal, el doctor Ramón Corona García. Gobernador Provincial, el doctor Felipe Salcines Morlote y el Alcalde Municipal Luis Casero procedieron a la colocación de la primera piedra y de una urna que contenía un ejemplar de cada periódico de la localidad depositando en ella tierra de la casa natal de Marti.
EL CUARTO ENTIERRO.
El proceso de construcción de la Tumba de Marti planteo a los miembros del Comité y algunas autoridades. Con verdadera unión patriótica se tomaron del nicho los huesos sagrados del Maestro y se colocaron provisionalmente en la tumba donde se encuentra Gillermo Moncada,Flor Crombet, José Maceo y una legión de bravos luchadores por la independencia.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MAUSOLEO.
La fuente de inspiración del trabajo presentado como proyecto por el escultor Mario Santi y el arquitecto Joaquín Benavent, la encontramos en una carta del Apóstol Marti al director del periódico La Nacion de Buenos Aires de fecha 15 de Marzo de, 1885. Dice Marti.
Yo esculpiria en porfido las estatuas de los hombres maravillosos que fraguaron la Constitucion de los Estados Unidos de América los esculpiria firmando su obra enorme en un grupo de porfido.
Abriría un camino sagrado de baldosas de mármol sin pulir hasta el templo de mármol blanco que los cobijase ; y cada cierto número de años, establecería una semana de peregrinación nacional, en otoño, que es la estación de la madurez y hermosura, para que envueltas las cabezas reverentes de las nubes de humo oloroso de las hojas secas, fueran a besar la mano de piedra de los patriarcas, los hombres, las mujeres y los niños (…)
A los que en ese universo nuevo levantaron y clavaron en alto con sus manos serenas, el sol del decoro ; a los que se sentaron a hacer riendas de seda para los hombres, y las hicieron y se las dieron ; a los que perfeccionaron el hombre, esculpiria yo, bajo un templo de mármol, en estatuas en porfido. Y abriría para ir a venerarlos un camino de mármol, ancho y blanco.
Los cimientos del monumento a Marti se levantaron en el mismo lugar en que estaba la vieja tumba y se estudió perfectamente todo lo relacionado con la resistencia del terreno.
Los materiales utilizados son de procedencia cubana. Hay piedras de Jaimanitas. Los mármoles usados son de Isla de Pinos. Los canteros labraron las piedras en el mismo cementerio a la vista del pueblo.
El bloque de mármol que sirvió para esculpir la figura del Maestro vino de Italia. Tenía 20 toneladas.
El escultor Mario Santi inició su labor en el mismo lugar donde quedaría para siempre la imagen del Maestro.
En vista de la destrucción de la tumba construida en 1907, se tomó la desicision de trasladar los objetos más significados y valor histórico al museo Emilio Bacardi. Para ese lugar se pasaron los clavos, las estrellas, coronas de mármol y todo lo que tuviera importancia de algún género.
El Comité tomó el acuerdo firme de que de ninguna manera figurarán en lo absoluto los nombres de los que habían participado en este magno empeño de honrar sinceramente a Marti. Todos los miembros del Comité mostraron celo plausible en que se cumpliera al pie de la letra el acuerdo mencionado. Solamente figuran los pensamientos de Marti
Los patios aledaños al emplazamiento de la construcción se convirtieron en taller. Allí vimos trabajar con maestría inigualable las piedras de capellanía y las seis estatuas fueron primorosamente esculpidas con suma habilidad.
Mientras los artistas trabajaban ardorosamente para dar vida y expresión adecuada a las piedras y mármoles, la mayor parte de las escuelas públicas y privadas de la ciudad desfilaron, día a día, para conocer como se desenvolvian los pasos necesarios de esta gigante construcción.
Llamaban la atención las colosales estatuas que representaban las provincias de la nación. Cada una ostentaba el escudo de una provincia.
Mientras duro las cosas construcción no se pudo efectuar el homenaje en el lugar acostumbrado, pero se iba a brindarlo en el Retablo de los Héroes, que era donde descansaban los restos provisionalmente. Los 19 de mayo y 28 de enero hubo esta expansión patriótica. Siempre el mismo fervor martiano.
Los trabajos que se realizaban fueron caldeando la conciencia del santiaguero. Todo el pueblo siguió con inusitado interés el desarrollo de las obras.
EL QUINTO ENTIERRO.
A punto de terminar la construcción en el mes de mayo de 1951, tuvo que confrontar el Comité un problema de trascendencia. Había interés en que la obra se terminará para que la inauguración la pudiera hacer el Presidente de la República doctor Carlos Prio Socarras a punto de terminar su actuación como presidente de la República.
Todos debemos recordar el ambiente preñado de fuertes emociones que confrontaba la República. Estaba en la fase virulenta el problema de Chivas y Aureliano. Algunos elementos de alta representación en el gobierno anhelaban la inauguración de la Tumba Digna del Apóstol Marti.
El Comité oportunamente acordó que al Maestro se le sepultara con todos los honores. Los que presentaron esta moción justa y adecuada alejaban que iba a ser el único entierro cubano. Los dos primeros habían sido españoles. El tercero aunque lo hicieron los cubanos Federico Pérez Carbó, Emilio Barcardi Moreau, Ambrosio Grillo Portuondo y otros cubanos de buena conducta, no debemos olvidar que estábamos bajo el látigo infame de la segunda intervención norteamericana y vivíamos días de bochorno y de congoja ciudadanas. El pueblo no tuvo participación.
El cuarto entierro, el 8 de diciembre de 1947, respondió a una necesidad perentoria de la construcción del Monumento y solamente lo presenciaron los miembros del Comité por una Tumba Digna del Apóstol Marti.
Marti no debía sepultarse definitivamente sin la presencia masiva del mayor número de cubanos.
Alguna presión se hizo sobre los miembros del Comité, pero se mantuvieron firmes e inclaudicables. Se quiso apelar a los Veteranos, pero estos respaldaron plenamente al Comité.
El asunto residía en que se quería que el entierro fuera del Retablo de los Héroes al nuevo panteón.
Había que hacer el ENTIERRO CUBANO de Marti. Se fijó como fecha 30 de junio de 1951.
(El autor reproduce el documento notarial extendido por el doctor Emilio Buch López, en el que se describe que a las 2de la tarde del 29 de junio de 1951. en presencia de prominentes testigos, fueron exhumados los restos de Marti del panteón conocido por Retablo de los Héroes en el cementerio de Santa Ifigenia, donde se encontraban provisionalmente desde el 8 de Septiembre de 1947, depositados en una urna de bronce y trasladados al Salón de actos del Palacio Provincial en Aguilera y Pio Rosado, donde permanecerian hasta el siguiente día a la misma hora para ser sepultados en el nuevo Mausoleo erigido a su memoria en medio de una grandiosa representación pública.
Entre las numerosas convocatorias a la población santiaguera para asistir al traslado de los preciados restos del Apóstol de nuestra independencia hacia el monumento donde reposarian definitivamente, figuraron la del Club Rotario de Santiago de Cuba, promotor de la iniciativa «Por una tumba digna de Marti» ; la del líder oposicionista Eduardo R. Chivas y la del entonces presidente de la República, Carlos Prio Socarras).
El viernes 29 de junio de 1951, ante un silencio sepulcral, sobrecogedor, en el Retablo de los Héroes, se procedió a colocarlos en una nueva caja metálica y sellarlos adecuadamente. A esta ceremonia imponente concurrieron todos los miembros del Comité POR UNA TUMBA DIGNA DEL APÓSTOL MARTI.
Se le confirió el honor de cambiar los restos al señor Rafael Argilagos, con la cooperación de todos los miembros del Comité, La vieja caja, depositada el 24 de Febrero de 1907, se sustituyó por una nueva y de mejores condiciones, pues era de bronce.
Una vez terminado este acto y en reverente peregrinación fueron trasladados al Gobierno Provincial donde se le había preparado un soberbio túmulo laico en consonancia con los principios que en vida sustentada José Marti.
El túmulo carecía de cirios. Ostentaba todas las banderas de las Repúblicas de América.
Quiero hacer constar que no faltó la bandera de Puerto Rico, pues aprovechamos para ello una que existía en el Club Rotario. No hay que olvidar que el Partido Revolucionario Cubano se constituyó para luchar por la independencia de Cuba y Puerto Rico.
La bandera de Puerto Rico no podía faltar de ninguna manera.
Las Guardias de Honor se iniciaron a las dos de la tarde del 29 de junio hasta las tres de la tarde del día siguiente. Todas las instituciones, obreros y masones cumplieron con exactitud el momento y el tiempo fijado. La primera guardia de 2:00 a 2:14 de la tarde, correspondió al Comité por Tumba digna del Apóstol Marti. Las últimas fueron cubiertas por el Cuerpo Diplomático, dirigentes de los principales partidos políticos y las máximas autoridades del Gobierno incluido el Presidente de la República.
Terminada la última guardia se procedió a separar la urna exterior de bronce, para remitirla inmediatamente al mausoleo. Esta urna cubierta por la bandera de Cuba,fue conducida ante el armón de artillería.
Abrieron la marcha soldados del servicio de carretera en motocicletas e inmediatamente la Banda de Música del Estado Mayor del Ejército. Una división de mixta de las Fuerzas Armadas de la nación rindieron los honores de escolta de Honor Fúnebre.
Asistieron los sobrinos de Marti. Hortensia, Alia y Aquiles García Marti hijos de la hermana del Apóstol, llamada Amelia Marti Pérez.
Después, un público considerado en ciento cincuenta mil personas.
Al llegar al cementerio de Santa Ifigenia. El armón debía llegar hasta la entrada de la calzada que conduce a la Tumba donde el Presidente de la República, absolutamente solo, debía tomar los restos hasta depositarlos en la urna donde descansarian hasta siempre.
(Al describir la última parte de la solemne ceremonia, el autor recurre a párrafos de lo publicado en la revista «Rotaria» y de los discursos de dos de los tres oradores que la concluyeron, el del doctor Felipe Salcines, Presidente del Comité Por Una Tumba Digna del Apóstol Marti, y la del presidente de la República).
Con los ánimos tránsidos por una honda emoción patriótica, fue dispersandose la gran masa popular en la que, pese a todo, no ha muerto ni ha de morir el recuerdo del Apóstol.
Ya el Apóstol tenía una tumba digna de su memoria.
Francisco Javier Ibarra Martínez : Nació en Caney del sitio el 4 de enero de 1905, falleció en La Habana 25 de enero de 1977, dedicó toda su vida al magisterio, fue presidente del colegio de maestros normales y equiparados de Santiago de Cuba.
Cuatro vertientes marcaron su vida Cuba y Marti, Santiago de Cuba, la masonería y la fe bautista.
Fue luchador antimachadista, miembro de la liga antimperialista y del frente antifascista de Oriente, fue Ortodoxo, fundador de la Asociación de Maestros Ortodoxos, como miembro del Club Rotario de Santiago de Cuba resultó electo para el cargo de tesorero del Comité por una tumba digna del Apóstol Marti.
Luchó contra la dictadura de Batista.
Después de 1959 se incorporó a la campaña de alfabetización, formó parte de la comisión de Historia de Santiago de Cuba y del Comité Cubano de solidaridad con Vietnam, Laos y Cambodia, fue miembro de honor del primer congreso nacional de educación y cultura, autor de numerosos libros, folletos, y otros materiales de temas históricos.
Bibliografía Consultada : Suplemento Especial del periódico Granma en homenaje del Centenario de la Caída en Combate de José Marti. 19 de mayo de 1995.
Bibliografía Consultada para Síntesis Biográfica de José Julián Marti Pérez ámbito en Cuba :Mapa plegable Histórico_Biografico Ediciones Geo, 2017
Bibliografía Recomendada para ampliar conocimientos
Marti El Apóstol, autor Jorge Mañach Editorial de Ciencias Sociales La Habana 2015.
Cesto de Llamas :autor Luis Toledo Sande Editorial de Ciencias sociales, La Habana, 2012.
Obras Completas de José Marti.
Enfermedades de José Marti :autor Ricardo Hodelin Tablada Editorial Oriente, 2007.
La Cruz de Caguairan :autor Ercilio Vento Canosa, Ediciones Matanzas
Dos Ríos a caballo y con el sol en la frente. Autor :Rolando Rodríguez Ediciones Capiro, Santa Clara 2013
Manuel ya puedes publicar, después público ámbito internacional de Marti, cuando tenga fluido eléctrico, dime como estas tu y la familia
CARTA A MANUEL MERCADO (TESTAMENTO POLÍTICO DE JOSÉ MARTI).
Campamento de Dos Ríos, 18 de mayo de 1895.
Sr. Manuel Mercado.
Mi hermano queridisimo :Ya puedo escribir ; ya puedo decirle con que ternura y agradecimiento y respeto lo quiero, y a esa casa que es mia y mi orgullo y obligación ;ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extienda por las Antillas los Estados Unidos y caigan con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré es para eso.
CARTA INCONCLUSA A MANUEL MERCADO (TESTAMENTO POLÍTICO DE JOSÉ MARTI).
Campamento de Dos Ríos, 18 de mayo de 1895.
Sr.Manuel Mercado .
Mi amigo queridisimo : Ya puedo escribir ;ya puedo decirle con que ternura y agradecímiento y respeto lo quiero, y a esa casa que es mía, y mi orgullo y mi obligación ; ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré es para eso.
En silencio ha tenido que ser, y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas, y de proclamarse en lo que son, levantarán dificultades demasiado recias para alcanzar sobre ellas el fin. Las mismas obligaciones menores y públicas de los pueblos como ese de ud., y mio más vitalmente interesados en impedir que en Cuba se abra, por la anexión de los imperialistas de allá y los españoles, el camino, que se ha de cegar y con nuestra sangre estamos cegando, de la anexión de los pueblos de nuestra América al norte revuelto y brutal q. los desprecia, les habrían impedido la adhesión ostensible y ayuda patente a este sacrificio, que se hace en bien inmediato y de ellos
Viví en el monstruo y le conozco las entrañas y mi honda es la de David. Ahora mismo ; pocos días hace, al pie de la victoria con que los cubanos saludaron nuestra salida libre de las sierras en que anduvieron los seis hombres de la expedición catorce días, el corresponsal del Herald, que me sacó de la hamaca en mi rancho, me habla de la actividad anexionista, menos temible por la poca realidad de los aspirantes, de la especie curial, sin cintura ni creación, que por disfraz cómodo de su complacencia o sumisión a España, le piden sin fe la autonomía de Cuba, contenta solo de que haya un amo, yankee o español, que les mantenga, o les cree, en premio de su oficio de celestinos, la posición de prohombres, desdeñosos de la masa pujante, la masa mestiza, hábil y conmovedora de blancos y de negros. Y de más me habla el corresponsal del Herald ;Eugenio Bryson de un sindicato yankee que no será con garantías de las Aduanas, harto empeñadas con los rapaces bancos españoles para que quede asidero a los del Norte incapacitado afortunadamente, por su entrabada y compleja constitución política, para emprender o apoyar la idea como obra de gobierno. Y de más me habló Bryson, aunque la certeza de la conversación q. me refería, solo la puede comprender quien conozca de cerca el brío con que hemos levantado la revolucion, el desorden, desgano y mala paga del ejército novicio español y la incapacidad de España para allegar, en Cuba o afuera, los recursos contra la guerra que. en la vez anterior solo sacó de Cuba.
Bryson me contó su conversación con Martínez Campos, al fin de la cual le dio a entender este q. sin duda, llegada la hora, España preferiría entenderse con los Estados Unidos a rendir la isla a los cubanos :y sus me habló Bryson más :de un conocido nuestro y de lo que en el Norte se le cuida como candidato de los Estados Unidos, para que cuando el actual presidente desaparezca, a la presidencia de México. Por acá yo hago mi deber.
La guerra de Cuba realidad superior a los vagos y dispersos y españoles anexionistas a que sólo daría relativo poder su alianza con el gobierno de España, ha venido a su hora e incluso América, para evitar, aún contra el empleo franco de todas esas fuerzas, la anexión de Cuba a los Estados Unidos, que jamás la aceptarán de un país en guerra, ni pueden contraer, puesto que la guerra, ni pueden contraer, puesto que la guerra no aceptará la anexión, el compromiso odioso y absurdo de abatir por su cuenta y con sus armas una guerra de independencia americana.Y México ¿no hallará modo sagaz, efectivo e inmediato, de auxiliar, a tiempo, a quien lo defiende?
Si lo hallará o yo se lo hablaré. Esto es muerte o vida, y no cabe errar. El modo discreto es lo único que se ha de ver. Ya yo lo había hallado y propuesto.
Pero he de tener más autoridad en mi, o de saber quien la tieneantes de obrar o aconsejar. Acabo de llegar. Puede aún tardar dos meses, si ha de ser real y estable, la constitución de nuestro gobierno, útil y sencillo. Nuestra alma es una y la sé, y la voluntad del país ; por que estas cosas son obra de relación momento y acomodos. Con la representación que tengo, no quiero hacer nada que parezca extension caprichosa de ella. Llegué con el general Máximo Gómez y cuatro más en un bote, en que lleve el remo de proa bajo el temporal y una pedrera desconocida de nuestras playas ;cargue catorce días, a pie por espinas y alturas, mi morral y mi rifle, alzamos gente a nuestro paso ; siento en la benevolencia de las almas la raíz de este cariño mío a la pena del hombre y a la justicia de remediarla ; los campos son nuestros sin disputa, a tal punto que en un mes sólo he podido oír un fuego ; y a las puertas de las ciudades, o ganamos una victoria, o pasamos revista, ante entusiasmo parecido al fuego religioso, a tres mil almas ; seguimos camino, al centro de la isla, a deponer yo, ante la revolucion que he hecho alzar, la autoridad que la emigración me dio, y se acató adentro, y debe renovar, conforme a su estado nuevo, una asamblea de delegados del pueblo cubano visible, a los revolucionarios en armas. La revolucion desea plena libertad en el ejército, sin las trabas q.antes la opuso una Cámara sin sanción real, o la suspicacia de una juventud celosa de su republicanismo, o los celos y temores de excesiva prominencia futura, de un caudillo puntilloso o previsor ; pero quiere la revolucion a la vez sucinta y respetable representación republicana, la misma alma de la humanidad y decoro, llena del anhelo de la dignidad individual, en la representación de la republica que la empuja y mantiene en la guerra a los revolucionarios. Por mi entiendo que no se puede guiar a un pueblo contra el alma que lo mueve, o sin ella, y se como se encienden los corazones, y como se aprovecha para el revuelo incesante y la acometida el estado fogoso y satisfecho de los corazones. Pero en cuanto a formas, caben muchas ideas : y las cosas de hombres, hombres son quienes las hacen. Me conoce. En mi solo defenderé lo que tenga yo por garantía o servicio de la revolución. Se desaparecer.
Pero no desaparecería mi pensamiento, ni me agriaria mi oscuridad.
Y en cuanto tengamos forma, obraremos, cumplase esto a mi, o a otros. Y ahora, puesto delante lo de interés público, le hablaré de mi, ya que sólo la emoción de este deber pudo alzar de la muerte apetecída al hombre que, ahora que Najera no vive donde se le vea, mejor lo conoce, y acaricia como un tesoro en su corazón la amistad con que ud. lo enorgullece. Ya se sus regaños, callados, después de mi viaje ¡Y tanto q. le dimos de toda nuestra alma, y callado el! ¡Qué engaño es este y que alma tan encallecida la suya, que el tributo y la honra de nuestro afecto no ha podido hacerle escribir una carta más sobre el papel de carta y de periódico que llena al día! Hay afectos de tan delicada honestidad,
LA LÁPIDA DE LA CASA NATAL DE DON PEPE.
Ha solo dos meses de su fundación en sesión celebrada el día 22 de Septiembre de 1930 La Logia Habana # 30 a iniciativa de su Luminar el inolvidable Hermano Manuel Isaias Mesa Rodríguez acordó proponer a la Gran Logia que se colocara una lápida en la casa natal de Don José de la Luz y Caballero, en la calle Oficios # 35 en La Habana.
Una vez comunicado este acuerdo al hermano Gran Luminar Lizardo Muñoz Sañudo el mismo acogió con beneplácito la iniciativa en inmediata muerte indicó que se mandará ha hacer la misma y le comunicarán el precio.
Trascurrido el tiempo cuando el hermano Mesa fue a recoger la mencionada lápida, se encontró que el hermano Gran Luminar quien tenía una elevada solvencia económica asumió el gasto con sus ingresos personales.
Dicha tarja estuvo en ese lugar hasta el año 1967 en que se derrumbó dicha vivienda, en comunicación del hermano Adolfo Pérez Montoto al Supremo ejecutivo le informaba que debido a un derrumbe ocurrido en ese inmueble la tarja había desaparecido.
En sesión del Supremo ejecutivo celebrada el día 14 de enero de 1967 se acordó nombrar una comisión para rescatar dicha lápida.
El entonces Supremo Luminar Hermano José Soto Cordero designó para presidir dicha comisión al hermano Supremo Vice Jefe de Despacho hermano Mario de la Puente integrada además por los hermanos Manuel Isaias Mesa Rodríguez y Rene Febles.
Una vez conocido el destino de la mencionada lápida la comisión en compañía de un sobrino_nieto de Don José de la Luz y Caballero se presentaron en la Fortaleza de la Cabaña, donde fueron atendidos por el Ingeniero Jefe de esa instalación militar quien la tenía bajo su custodia.
Al ser informado por el hermano Mesa sobre el motivo de la visita este le informó que se interesó por la tarja ya que su querida madre era Sacerdotisa del hogar.El hermano Mesa hizo una breve reseña del inmueble demolido y su historia
además agradeció la atención dispensada por el jefe militar
Posteriormente la tarja de referencia fue colocada en el patio interior de la entonces Gran Logia Occidental (actual Gran Logia de Cuba) en la Calzada de Infanta #1203 / Santa Marta y Clavel.
El día 9 de mayo de 1967, coincidiendo con el 94 aniversario de la fundación de la Orden el hermano Mesa disertó sobre la tarja en el patio de la Gran Logia, ante una concurrida cantidad de personas, siento esta su última intervención en un acto oficial de la orden,fallecio el 17 de enero de 1969.
Orden José Marti.
Instituida en 1972. Se confiere a Cubanos, Extranjeros a jefes Estados o de Gobierno por grandes hazañas en favor de la paz y la humanidad :Por valiosos y extraordinarios aportes los campos de la educación, ciencias, deportes y la cultura así como por méritos destacados en el trabajo creador.
MARTI CABALLERO DE LA LUZ.
A partir de 1891 Marti renuncia a todas las responsabilidades que ocupaba y a la vez lo limitaban en el trabajo por la libertad de Cuba, a partir de esa año hasta finales de 1894 visitó en numerosas ocasiones a las ciudades de Tampa, Key West y Ocala las cuales contaban con numerosos emigrantes cubanos.
Dicha emigración estaba integrada fundamentalmente por obres tabaqueros, muchos de ellos habían combatido en las filas del ejército libertador durante la guerra de los 10 años y tenían un arraigado patriotismo.
En esas ciudades crearon una colonia cubana con sociedades patrióticas, benéficas, fraternales,clubes, periódicos editados en idioma español y dirigidos por cubanos
Es en este contexto cuando Marti se vincula a estos emigrantes cubanos de ideas independentistas incluidas también algunas personas de otras nacionalidades simpatizantes con la causa de los cubanos y funda el Partido Revolucionario Cubano (PRC)
El Apóstol con el apoyo de José González Curbelo, José Dolores Poyo Estenoz, Nestor L. Carbonell, José Francisco Lamadriz, Ramón Rivero, Nicolás Castillo Salinas, Fernando Figueredo Socarras y otros cubanos logró integrar toda aquella colonia cubana al PRC, en la cual tuvo dio un gran aporte a la gesta independentistas en los aspectos humano y económico.
La filiación de José Marti a la orden Caballeros de la Luz ha sido un tema polémico y contradictorio a la vez, en primer orden por no contar hasta el presente con la prueba documental de la iniciación o afiliación del Apóstol en nuestra orden, debemos tener presente que ha trascurrido más de un siglo, los locales en que radicarse aquellas logias y las propias instituciones fraternales ya no existen
Por lo que se desconoce el destino final de los documentos de esas logias específicamente Perseverancia #6 de Key West.y surge la interroga de su pertenencia o no a nuestra orden, en las incesantes búsquedas realizadas por prestigiosos hermanos tanto en Cuba como en los Estados Unidos no han aparecido documentación probatoria (ejemplo Libros de actas)
En segundo lugar resulta contradictoria la afirmación del hermano Lázaro Ferras Bustamante en su libro «Apuntes Históricos» con las declaraciones realizadas en la Revista «Luz y Verdad» en el año 1953 por los hermanos José Ramón Hughes y Félix Bequet quienes real miembros de la mencionada Logia Perseverancia # 6 de Key West. y tuvieron la oportunidad de conocer personalmente a Marti y estar presentes en sesiones a las que el asistió.
Aunque quien suscribe nunca ha tenido acceso al mencionado libro del hermano Ferras Bustamante me interesa conocer cual fue su fuente de información que le informó que El Apóstol fue iniciado en la mencionada Logia.
El hermano José Ramón Hughes quien fue miembro de la Logia Perseverancia # 6 durante los años 1891_1892 declaró a la Revista «Luz y Verdad» en el año 1953.
«Lo perfectamente cuando José Marti fue a Key West conocía todos nuestros rituales, poseía la palabra de pase, sabía a plenitud el simbolismo de cada grado, estuvo en nuestra Logia, charló en ella. Y fue a ha hablar en la Logia de niños. Siempre decía «mis hermanos tabaqueros».
El Luminar de nuestra Logia lo era entonces el hermano Nicolás Castillo aumento nos comunico que Marti había recibido los tres grados en la Logia «La Luz # 1 de la ciudad de Filadelfia, lo que le autorizaba y capacitaba para ser considerado como miembro de la institución en todas las Logias aún cuando esos grados a hubieran sido otorgados por correspondencia. Marti visitó varias veces nuestro Taller».
Hughes deja esclarecido que recibió, habló y compartió los trabajos fraternales de su Logia con el Apóstol, al terminar la guerra y regresar a Cuba el hermano de referencia fue Gran Guarda Interior de la primera oficialidad electa para la Soberana Gran Logia de la orden Caballeros de la Luz en la República de Cuba
El hermano Félix Bequet desde Cienfuegos declaraba para la mencionada Revista Luz y Verdad «No puedo afirmarlo con la certeza de haber visto sus papeles ; pero a mi me fue presentado en Tampa José Marti como Caballero de la Luz, a quien le habían conferido los tres grados de la Orden por Correspondencia a través de la Logia» La Luz # 1 «, Y está afirmación fue hecha por los que tenían el deber de vigilar la certeza de esos antecedentes, velando así por que ningún profano pudiera traicionar la novel institución fundada hacia algunos años.Tengo la certeza íntima, esa seguridad moral, de que efectivamente José Marti era Caballero de la Luz hasta el mismo instante en que cayera en Dos Ríos «
A manera de conclusiones podemos decir.
1_Aunque hasta el presente no se han encontrado evidencias documentales de la filiación de José Marti en la orden Caballeros de la Luz, teniendo en cuenta las declaraciones de los hermanos José Ramón Hughes y Félix Bequet a Revista Luz y Verdad en el año 1953 quienes lo conocieron personalmente y compartieron trabajos fraternales con el Apóstol
Podemos asegurar que MARTI SI FUE CABALLERO DE LA LUZ.
La familia González Curbelo fue integrada al Partido Revolucionario Cubano y Marti tenía un vínculo personal muy estrecho con nuestro fundador
En varias ocasiones el Periódico Patria hizo alucion a la orden Caballeros de la Luz por ejemplo en la publicación del 3 de Abril de 1892 podemos leer : «En las sociedades secretas, en los caballeros de la Luz, en las sociedades masonicas, cultivan cubanos y puertorriqueños las virtudes republicanas
Y cuanto las fomente merece elogio, como cuanto las merme merece censura «
Posteriormente el día 9 de Julio de 1892 se publicó una carta del hermano Nicolás Castillo Salinas en las que trataba sobre el esfuerzo de los miembros de la Logia Perseverancia # 6 en el sostenimiento de una biblioteca y la apertura de una escuela nocturna, comentado esta carta de Salinas el mencionado Periódico público.
«Los Caballeros de la Luz animados por el espíritu sublime que ha inmortalizado al venerable maestro, se esfuerzan en difundir conocimientos útiles, ensanchando así la inteligencia y destruyendo el baluarte principal de la tiranía :La ignorancia
3_ A todos los miembros de la orden Caballero de la Luz nos corresponde divulgar ante la sociedad las pruebas testificales que tenemos para lograr que se reconozca públicamente la pertenencia de Marti a nuestra orden considero que se deben estrechar los vínculos con la sociedad cultural José Marti en aras de lograr este justo reconocimiento
El día 14 de enero de 1893 «Patria» publicaba acerca de los caballeros de la Luz «Unos cubanos canijos, van a llevarle al amo, para que viva el amo seguro, en su uniforme de listado azul y bocamangas carmesies ; otros cubanos preparados acaso para el conocimiento de la virtud republicana desmienten en el templo blanco y azul de los Caballeros de la Luz, a los que por ignorancia de su pueblo o por incapacidad propia, creen y propalan que el cubano no posee las virtudes de abnegación y trato respetuoso indispensable a la República «
RECUERDOS DE MARTI POR SUS CONTEMPORÁNEOS.
Yo vi a Marti entero y sin decaimiento cuando en el tremendo fracaso de la Fernandina, donde lo perdimos todo, quedandonos sin recursos y sin crédito como premio doloroso de algunos años de improbo trabajo. ¡Que días tan amargos aquellos que nos tenía preparado el destino (…) Preciso era en lance tan desesperado jugarse el todo por el todo, y vi entonces a Marti, sin miedo y resuelto a correr los azares de una suerte por demás incierta (…) Los hombres de honor que sepan apreciar aquella desairada situación nuestra, sobre José Marti, que era el director de las cosas de afuera, han de pensar, junto conmigo que era preciso poseer una gran dosis de entereza para no sentirse desconcentrado ante tamaño infortunio (…).
Después de eso vi a Marti resuelto y entero, cuando no contento el destino con la desgracia con la cual acababa de fustigarnos, dispuso fuésemos traicionados y abandonados en el mar por los mismos que se habían comprometido, durante una retribución adelantada, a conducirnos a la tierra amada.
Momentos angustiosos fueron aquellos, capaces de meter mienta los espíritus más fuertes y mejor templados y a los hombres como Marti no acostumbrado a los azares de la guerra (…)
Máximo Gómez
Bernardo Figueredo Antunez.
Marti era de estatura mediana, pesaría unas 140 libras. Hablaba con mucha claridad y precisión parecida a la de los colombianos de Bogotá… El padre Deulofeo solía decir, cuando oía hablar a Marti que así debió ser la voz de Jesús.
Marti era puntual en sus citas y pese a sus muchos quehaceres nunca dejaba de contestar una carta. Vestía modesta pero pulcramente siempre de negro por la patria oprimida, y aunque parezca increíble nunca lo vi sudar.
Una sola vez lo vi de frac, cuando estando en Nueva York, asistió a una función de la ópera «Carmen» de Bizet.
Gustaba de la buena comida, sobre todo de los platos italianos en el restaurante de Moretti, que estaba al alcance de sus limitados recursos. Tomaba entonces vino Chianti y también como reconstituyente el popular vino Mariani. A veces gustaba saborear una copa de Tokay, pero no le atraía la bebida ni era fumador.
En el patio de nuestra casa de Cayo Hueso había unas veinte matas de coco… Ya trajeron un vaso con hielo, una cuchara y azúcar, así como unos panales para servirle a Marti el agua de coco. Pero este dijo que quería tomarla del mismo coco, y le hizo un hueco
Después con una cuchara hecha por el con la corteza fue recogiendo y comiéndose la masa.
Hasta el momento la versión más acertada es la basada en los testimonios de los hermanos José Ramón Hughes y Félix Bequet que aseguran que Marti se inició en lo Logia La Luz #1 y recibió los grados como una excepción hacia el teniendo en cuenta sus méritos al servicio de la Patria y las pocas posibilidades de asistir a su logia ya que estas inmerso en esa etapa en la organización del Partido Revolucionario Cubano
Enrique Collazo.
Era Marti pequeño de cuerpo y delgado ;tenía en su ser encarnado el movimiento ;era vario y grande su talento, veía pronto y alcanzaba mucho su cerebro ;fino por temperamento luchador inteligente y tenaz que había viajado mucho, conocía el mundo y listo hombres ;siendo excesivamente irascible y absolutista, dominaba siempre su carácter, convirtiéndose en un hombre amable, cariñoso, atento, dispuesto siempre a sufrír por los demás ;apoyo del débil, maestro del ignorante, protector y padre generoso de los que sufrían ;aristócrata por sus gustos, hábitos y costumbres, llevo su democracia hasta el límite ; dominaba su carácter de tal modo que sus sentimientos y sus hechos estaban muchas veces e incluso contraposición ; Apóstol de la redención de la Patria logró su objeto.
Marti era un hombre ardilla ; quería andar tan de prisa como su pensamiento, lo que no era posible ; pero cansaba a cualquiera. Subía y bajaba escaleras como quien no tiene pulmones. Vivía errante, sin casa, sin baúl y sin ropa, dormía en el hotel más cercano del punto donde lo cogía el sueño.
Era un hombre de gran corazón que necesitaba un rincón donde querer y donde ser querido. Tratandole se le cobraba cariño a pesar de ser extraordinariamente absorbente.
Dormía poco, comía menos y se movía mucho ; y sin embargo, el tiempo le era corto. Se puede concretar diciendo que el Partido Revolucionario Cubano era Marti
Marcos del Rosario.
Marti andaba con Panchito Góme…
Pero cuando lo vide, creía que era demasiado débil Y dipue vi que era un hombrecito vivo, que daba un brinco aquí y caía allá. En Cuba, cuando tabamo subiendo la loma, tóxicos cargados, a veces se caía.. Y yo diba a levantalo y de viaje me decía «No gracias, no ya»… Y se levantaba rápidamente.
Toditos íbamos cargaos, hasta el mismo Marti…
De Santiago seguimos pa Montecristi. Yo bia dormio en una caballeriza en Santiago. Iban Marti, Panchito Góme, un asistente y yo.
Llevabamos los caballos cargaos. Marti llevaba también libros. Ese era un hombre muy ilustrao…
Fue en Do Río… Ese fue el primer pleito el primer día que di machetazos. Marti era un hombre valiente. Eso dígalo usted. Mari murió porque se metió peliando en medio del campamentos epañol… Y montaba su caballo y venía corriendo tirando tiro…
Cuando lo mataron yo hasta tuve que llorar.
Federico Edelman
En su trato fue siempre el maestro la cordialidad misma ; siempre afable y hasta jovial con aquella sonrisa suya cristalina y límpida como un manantial que causaba unas gran impresión de frescura y alegría reveladoras de la pureza de su alma. Y como un contraste singular solía Marti dejar escapar unos profundisimos suspiros que le salían del fondo del corazón, y cuando se le preguntaba la causa contestaba invariablemente «nada, cosas íntimas : cosas de Cuba…», y volvía enseguida a su habitual afabilidad.
Domingo Estrada.
¡Así amaba el a Cuba!
A ella ofrendo cuanto tenía : su vasta inteligencia y su energía rara, su vibrante palabra de tribuno, y esa pluma famosa que sólo abandonó para empuñar la espada. Cuanto podía tener : puestos y honores, placeres y riquezas, las dichas del hogar tranquilo y todos los demás amores de su alma. Oro :¿no habría ganado cuanto hubiese querido José Marti, el primer literato de la América Latina? Los periódicos más reputados se disputaban sus correspondencias ; no se hubieran contado las ediciones de sus libros dos repúblicas del sur se habían honrado, haciéndole su cónsul en el emporio comercial del continente. Y a todo renunció. Vivió pobre, vivió aislado, con austera y laboriosa vida, trabajando en tareas inferiores a su talento hermoso, vendiendo, como el héroe del cuento de Daudet, algunas migas de su cráneo de oro a fin a fin de obtener el pan que necesitaba para si y para sus hermanos, los hijos errantes de la madre Cuba. Y todo lo demás de su tiempo, de su energía, de su poderosa intelectualidad, lo consagrada a la obra de que era el cruzado, el Apóstol, el mesías. Así en Nueva York populosa, inmensa Babel, colmena desmedida, adonde va la rebasa de los pueblos, se le podía ver corriendo aprisa entre las compactas muchedumbres que agitan la sed del lucro y los afanes intensos de la vida, para llevar al diario o a la imprenta, un artículo, una traducción, un trabajo cualquiera que pusiese algunas monedas en sus mano desdeñosa, y le permitiera esparcir su propaganda y perseguir su sueño.
Benjamin J. Guerra.
Existe y bastante generalizada entre los que no le conocieron para le conocieron superficialmente, sin comprenderlo, la creencia de que Marti, el hombre superior que supo conmover a Cuba y levantarla de su letargo criminal, era un soñador y visionario que vivía envuelto en ideas abstractas y animado solo por sentimientos poéticos ; que moraba en la región de las ilusiones y era incapaz de producciones útiles ni de ordenar y llevar al terreno difícil de la práctica las ideas que su cerebro gigante concebía
Nada más lejos de la verdad que esta creencia, absolutamente errada. Yo sostengo que Marti era un hombre eminentemente práctico.
Una de las circunstancias de la vida interesantisima de este hombre extraordinario es la variedad pasmosa de su talento, la multiplicidad de sus actitudes.
Todos en fin, conocen más o menos el filósofo, el conferencista, el tribuno, el periodista ; lo que pocos sospecharon en aquel sublime genio fue el hombre práctico…
Marti tenía señaladas condiciones prácticas, sabía administrar, preparaba con cuidado sus proyectos, nunca erraba en ellos, siempre los realizaba. Sus planes parecían a veces descabellados e ir realizables, por que al prepararlos contaba en sus problemas con factores desconocidos para los demás ; con la clarividencia de genio veía el lo que los demás no podían ver, leía en el porvenir, penetraba en la mente de los pueblos y de los hombres,, los conocía por dentro, sabía lo que podía esperar de cada uno.
Cuando los pensadores sesudos, los intelectos de primer orden declaraban reposadamente desde sus sitial es de sabios que el pueblo de Cuba ni quería la guerra, que estaba degradado y era incapaz de la protesta herida, Marti leía el corazón de su pueblo, lo que era capaz de hacer.
Cuando nuestras autoridades financieras y económicas aseguraban magistralmente que era imposible hacer una revolución sin dinero, que «No podía llevarse un pueblo a la guerra con las pesetas de los pobres», Marti contaba las pesetas las acumulaba, hacia prodigios de administración y economía con el pequeño tesoro, y sabía que aquellas pesetas habían de convertirse en caudales suficientes para hacer y sostener la guerra porque el no miraba a la superficie si no al fondo de las cosas, porque como el decía, era necesario hundir las manos en la tierra, aunque se desgarrasen, para llegar a la raíz del árbol
Enrique Collazo Tejada (1848_1921) General mambí, participó en las guerras de 1868_1895 autor de importantes obras históricas. Conoció a Marti en Nueva York.
Federico Edelman (1869_1926) Pintor, Marti lo conoció en Nueva York.
Domingo Estrada (1855_ 1901) Hombre público, diplomático y literato, Trató a Marti en Guatemala y Nueva York.
Bernardo Figueredo Antunez ( 1879?) Hijo de nuestro hermano Fernando Figueredo Socarras. Teniente del ejército libertador, conoció a Marti en Tampa.
Benjamin J. Guerra (1855_1952). Tesorero del Partido Revolucionario Cubano. Conoció a Marti en Nueva York.
Marcos del Rosario Mendoza (1865_1947) Campesino Dominicano, y Expedicionario por Playitas de Cajóbabo
Bibliografía Consultada.
Tras la huella del Patriota desconocido.
Autores Julio Ismael Martínez Betancourt e Idael Sanabria Gálvez páginas 34_ 38.
Nuestras Raíces.
Autor Jorge Portuondo Jorge.
Páginas 152_158
Cortesía de P /J Rodolfo Pérez Amaro, Logia Habana # 30, club Martiano La Luz
Bibliografía Consultada Glorias del Ayer páginas 272_277 autor Jorge Portuondo Jorge.
Memorias de la Logia Habana # 30 Club Martiano Cortesia PJ Rodolfo Pérez Amaro